miércoles, 21 de marzo de 2007

El estigma en la sangre

Oh!

Ayer tuve una visita!! (completamente voluntaria, verdad Diana? xD)

Pos hoy no voy a ser menos!! ^^

Así que voy a ponerme la musiquita y a escribir.


"El estigma en la sangre" (Mike Oldfield - Women of Ireland)

El joven sintió el sabor de la sangre en su lengua, debía haberse mordido al caer del caballo. Abrió los ojos y sintió el sol dándole directamente en la cara, como un bandido que pretende cegar a su presa para así someterla con facilidad. Echó la cabeza hacia un lado para evitar la ceguera, sintiendo un ligero alivio en los ojos.

Con dificultad se apoyó sobre las palmas de sus manos y poco a poco empezó a incorporarse. Estaba bastante magullado, pero no estaba herido de gravedad. Se terminó de levantar y fue al sacudirse el polvo de la ropa cuando se dio cuenta de que le habían robado todo. El dinero, la espada, el abrigo, su preciado sombrero, el anillo del clan, el colgante, y en definitiva, tras mirar a su alrededor y no ver su caballo, todo.

Se encontraba en alguna parte entre el mar y la ciudad. Aquella zona era conocida como el desierto verde, un regalo para los ojos, pero la muerte segura a quien se perdía allí. Ante sus ojos se extendían dunas verdes, de tonalidades tan diversas como solo la imaginación es capaz de crear.

Un observador poco minucioso supondría enseguida que se trataba simplemente de arena verde, creada por la erosión de serpentinas, gabros o quizás basaltos verdes, pero alguien mas atento vería el lento cambio de tonalidad verde que, como las ondas formadas al tirar un puñado de tierra en un estanque, se producía como consecuencia del cauteloso movimiento de los seres mineralogicovegetales que hacían las veces de granos de arena en aquel desierto de abrumadora belleza.

Aquellos diminutos insectos de roca se amontonaban y competían por un rayo de sol que les alimentase. Cuando uno de esos seres estaba satisfecho de luz y calor se compactaba en una piedrecita verde y dejaba paso a los demás. De esta forma se suponía que habían subsistido durante siglos, pero poco más se sabia.

Lo poco más que él sabia de aquel sitio es que al anochecer, como en cualquier desierto, la temperatura descendería terriblemente rápido y probablemente lo mataría el frió. Aun así prefirió mantenerse calmado, se froto las magulladuras y empezó a tomar referencias para orientarse.


Continuara... (Kow Otani - The Farthest Land)

Pues ya esta!

Mañana continuare con esta historia.

Animo y dadme vuestras opiniones, no seáis tímidos! ^^

1 comentario:

Anónimo dijo...

habrá ke esperar la continuación nomás, ke parece será larga. algunas faltas de ortografía numás. sigo con lo de poner la radio pa ke se escuche el soundtrack t fondo :D Así ke seguiré insistiendo hasta ke me hagas caso jajajaja