martes, 11 de noviembre de 2008

Arte...

Hoy estuve leyendo una revista de "diseño"

Da vergüenza ajena ver las mierdas a las que la gente llama arte.

Así que hoy doy una muestra de ARTE.

De aquí a ARCO. xD

Dibujo del paint cedido por Leticia y transformado por mí en el photoshop:
Cogemos este "cuadro" que he hecho en 5 minutos y decimos: "Es una alegoría a la decadencia de la sociedad actual. Una paráfrasis visual de la hipocresía sociocultural arraigada en los países desarrollados."

¡TACHAN! Aquí tenemos una obra de arte. ¡INCREIBLE! Y en tan solo 5 minutos.

martes, 27 de noviembre de 2007

¡Nueva Seccion!

En realidad acabo de pensar que aqui no pega asi que voy a hacer inmediatamente el blog de Estudio 47 Kenpo Karate. Nos vemos alli!

Hola de nuevo ^^

Saludos a todos (cero coma xD)!!


He estado ocupadillo y por eso no he...

Bueno, para que mentir, que me pesaba la nariz por eso no he actualizado nada desde el verano.

Pero para que se sepa (y conste en acta) ahora mismo estoy liado en varios proyectos:

1 - Estudio 47 Kenpo Karate:

Estoy dando clases de kenpo con un colega, Alex, como asistente (solo tengo cinto azul), llevamos como un año, bueno, el merito es en gran parte suyo pero yo le echo una mano.

Estudio 47 como tal empezó en el trastero de Alex, con 3 alumnos y 6 m2 escasos. Yo todavía no entrenaba con él. Algo mas tarde me uní al proyecto al trasladarse a una pequeña sala en la comunidad en la que vive Alex, con 8 o 10 alumnos y un suelo frío como el polo norte y que no tenia mas que un cuarto de baño de 1 m2 para cambiarnos.

Tras unos meses en esta sala nos trasladamos a un gimnasio de Hortaleza, en Madrid, llamado Lineas (o algo así), regentado por un profesor de baile y su novia. El sitio no estaba mal, incluso teníamos sitio para cambiarnos tranquilamente. Aquí estuvimos hasta que acabo el año escolar y empezó el verano.

Este año empezamos en otro local propiedad del mismo de Lineas, llamado "el Bailón", situado en el barrio de Canillas de Madrid. Conseguimos una sala algo más grande. El traslado se debió a que la sala de Lineas era de alquiler y el dueño decidió trasladarse a un local justo al lado, pero tenia que hacer obras. A estas alturas teníamos unos 15 alumnos. Tras dos meses en "el Bailón" decidimos trasladar el estudio a otro sitio, por motivos que algún día explicaré.

Ahora mismo estamos dando las clases en un gimnasio de Hortaleza llamado "Beatriz Luengo", perteneciente a la actriz de mismo nombre. Hemos conseguido una sala de cine transformada en una sala de conciertos con lo que el tamaño es considerable. Tenemos un tatami enorme y por fin podemos dar clase a gusto.

Así que ahora estamos dando clases Lunes y Miércoles de 16:30 a 18:30 para luego salir escopetados al Real Canoe Natación Club (Estudio Canoe) donde entrenamos con nuestro maestro Carlos Jódar. Entrenamos de 20:00 a 22:00 para volver agotados a casa.



2 - www.aparejatas.com:

Trabajo como administrador de la pagina de alumnos "no-oficial" de la Escuela Unversitaria de Arquitectura Técnica de Madrid (EUATM) de la Universidad Politecnica de Madrid (UPM). El poco tiempo que ahorro lo uso para pasarme por los foros y administrar la pagina.

Actualmente el dueño de la pagina y yo estamos viendo como "remodelamos la pagina" aunque todavia tenemos que conseguir una forma de financiarla. Asi que estoy tambien liado mirando empresas que se dediquen a hacer camisetas, hablando (o intentando hablar) con la gente de las asociaciones.

3 - Trabajo:

Trabajo en OpenCor. Punto.

4 - Estudios:

Me paso las mañanas en la EUATM UPM estudiando T_T (no es que me queje, pero es que me cuesta taaaaaaaanto levantarme)

Todo en conjunto solo me deja los martes y los jueves por la tarde libres, tiempo en el que, evidentemente, tengo que estudiar.

Y ahora voy a escribir otro post! xD

Os veo arriba!

lunes, 2 de julio de 2007

Y al segundo dia...

Saludos!

Todavía no he terminado lo que estaba escribiendo para hoy, pero tengo, para empezar una fotillo que también subiré en el flog.


Es del día que el Real Madrid gano la liga (el blanco deslumbró ^^), nos fuimos a Cibeles a celebrarlo (con banderitas incluidas) y como ya diré en el flog: "El año pasado fuiste tu, este año me tocaba a mi. Además, todo lo que sube tiene que bajar" Jajajaja (Esta paranoia es solo cosa del autor del flog, las lesiones cerebrales intentando adivinar de que cojones esta hablando solo son responsabilidad del monstruo de las galletas, reclamenle a él)


Además tengo un pequeño extra para que me psicoanaliceis. Os voy a relatar parte de un sueño que he tenido esta noche (solo la parte que se puede contar).


Dreaming (Witchman - Want)

La fiesta estaba yendo bien, si por bien entendemos que hacia más de una hora que no veía a Alfredo y estaba en la puerta de la tienda con la chica que había conocido nada más llegar.

Aquello era una locura. Sin que se enterasen los jefes, cada noche, una tienda de las casi 500 que había por toda España, se convertía en un local de fiestas al que podían acudir los empleados y sus acompañantes pagando una pequeña entrada. Se retiraban todos los artículos de los estantes y se llenaban de bebida, comida y diversos artículos de diversión. La música se escuchaba por el sistema de megafonía, controlado desde la oficina de la tienda.

Ellos se habían enterado, unos meses atrás, de todo aquello por boca de su colega José, que le había tocado organizar una en Madrid. Ahora estábamos en otra tienda que habíamos encontrado de camino a la playa. Nada más llegar, conocí a una chica llamada Ana. Vestía de la forma de moda entre las pijas, pero algo en ella me cautivaba. Sus ojos azules me miraban con curiosidad mientras los rizos de su largo pelo castaño caían sobre sus hombros. Su piel tenia aspecto suave, casi daban ganas de acariciarla y estaba claro que se cuidaba, pues su cuerpo era atlético, muy atractivo. Sin saber porque, la había saludado con un suave beso en la boca, y desde ese momento habíamos pasado la fiesta juntos. Alfredo se había desligado al rato y de vez en cuando le veía, casi siempre ligando con alguna chica.

Mientras estábamos a nuestras cosas, llegó un chico, con otras dos chicas, que no se porque no me cayó bien desde un primer momento. Quizás fuesen sus pintas de pijo pseudogay que siempre se rodea de chicas y habla de esa forma tan ambigua. A lo mejor lo que me molestó era que Ana le saludase tan efusivamente. Quizás pueda parecer cosa de celos y en parte puede, aunque no soy muy celoso, al menos procuro no serlo o aparentarlo. Aunque me coma por dentro que la chica le haga más caso a otros tíos, mantengo la cabeza fría y actúo de forma racional, pues si una chica esta conmigo es porque esta interesada en mi. Pero la verdad es que de ese chico me molestaba más la sensación que me daba de absoluta falsedad, y desgraciadamente soy muy bueno con ese tipo de intuiciones.

Las chicas que lo acompañaban vestían de forma parecida a Ana, pero no me parecieron ni la mitad de atractivas que ella. Quizás porque las veía muy parecidas entre si, como gemelas. Al verlas con el chico me pareció que serian las típicas niñas tontas que le ríen las gracias al chico y tienen menos personalidad que un folio en blanco.

Para reafirmarme en lo que pasó a ser odio por aquel elemento, me dirigió una mirada que no me gustó nada. Una mirada en la que se podía leer desprecio y burla. Decidí ignorarlo y actuar de forma espejada, es decir, con la misma falsedad hacia el. Pero ahí no acabo la cosa, al parecer tener 3 chicas alrededor es una buena forma de poder provocar a alguien sin que te parta la cara. Así que con un "¿Y tu quien eres?" me respondió cuando extendí la mano para dársela y me decidió dejarme esperando su mano como un imbécil. Igualmente no soy violento, me parece de poco estilo, pero le dirigí una mirada dura y seria mientras le respondía, con la intención de dejarle las cosas claras.

Me sostuvo la mirada una fracción de segundo antes de girar la mirada hacia la fiesta, sin dejar claro si era por miedo o por ignorarme. Seguramente pretendía parecer indiferente, pero con eso me conformé. "Parece que nos lo pasaremos bien" dijo antes de avanzar hacia la fiesta. Las dos chicas se quedaron un momento con nosotros. Lo que dijeron a continuación hizo mejorar un poco la opinión que tenia de ellas.

- No le hagas caso, es un poco tonto a veces. Por cierto soy Sara, encantada.- se presentó la chica de la izquierda con una amplia sonrisa. Algo mas bajita que la Ana con el pelo negro largo y ojos marrones.
- Yo soy Sandra.- la chica de la derecha. Pelo negro corto y ojos verdes. - Y él es Roberto. Y no te preocupes, casi siempre se comporta así con los chicos.
- Nos protege mucho.- dijo Ana, que estaba sentada a mi lado y casi podía sentir su aliento en mi oreja.- A veces demasiado.- terminó mientras se apoyaba en mi hombro, noté en la voz de Ana un tono casi resentido.
- Pobre chaval. Solo en un mundo de chicas.- respondí yo con una risa un tanto pícara.
- ¡Oye!.- replicó Ana antes de darme un golpecito en el brazo al que respondí con una sonrisa y un "jejeje"

Las chicas nos miraban sonriendo divertidas. Y tras añadir "Bueno, vosotros pasadlo bien. ¿Eh? Nosotras entramos" se encaminaron tras los pasos del tal Roberto. Yo miré a Ana dulcemente y respondí "Será un placer" para inmediatamente juntar mis labios a los suyos en un apasionado beso. Mientras disfrutábamos del momento el suelo empezó a vibrar. Nos separamos y miramos alrededor, la gente estaba corriendo calle abajo, como huyendo de algo. Me levanté cogiendo la mano de Ana, que parecía saber que hacer.

- ¿Que pasa, Ana? ¿Por que corre esa gente?
- Están huyendo y nosotros deberíamos hacer lo mismo.
- ¿Huir? ¿De que?- pregunté mientras empezábamos a correr con la gente.
- Luego te lo explico, ahora corre.

Mientras corríamos gire la cabeza hacia atrás y lo vi. Ratas. Ratas enormes, tan grandes como perros, de casi medio metro de alto. Su pelaje era de color marrón oscuro y mostraban unas bocas llenas de dientes puntiagudos. Pero sin duda lo que mas me aterraba de aquellos monstruos eran sus ojos. Ojos que, con un brillo rojo intenso, era lo que más destacaba en la oscuridad.

- ¿Que demonios es eso?
- Hay que encontrar un sito que no puedan saltar. ¡Mira! ¡Allí!.- dijo entre jadeos señalando un pequeño murete de piedra.

Saltamos el murete y nos quedamos mirando hacia donde venían las ratas, que todavía se veían muy lejanas, como puntos rojos a lo lejos. Ana empezó a correr hacia donde el resto de la gente esperaba dentro de aquel lugar que me recordaba a una granja. Mientras contemplaba el lugar, intentando asimilar lo que estaba pasando escuche un ruido detrás mio. Me gire y vi un pequeño tigre intentando saltar el muro. Como no daba ya crédito a mis ojos, decidí dejar de plantearme los motivos de aquella locura y dejarme llevar hasta que todo se pasase un poco.

A pesar de que el pequeño tigre podía despedazarme la piel con sus pequeñas, pero afiladas, garras, decidí ayudarle a saltar, así que me incline hacia delante por encima del muro y lo cogí con una mano. Cuando lo deposite con cuidado en el suelo a mis pies se me quedó mirando, inmóvil. Sin percibir su presencia, la madre de aquel tigre apareció a mi derecha y dirigiéndome una mirada, que se me antojó de agradecimiento, cogió a su pequeño y se alejo rápidamente de allí.

Me di la vuelta y busque a Ana con la mirada. La encontré cerca de la entrada del recinto con una expresión de terror en el rostro. Corrí rápidamente hacia ella para abrazarla y tranquilizarla, pero cuando llegué a su lado vi que sus ojos reflejaban el miedo que le producía lo que estos le mostraban. Así que miré en la misma dirección y supe que le producía tanto pavor. Las ratas estaban cerca de alcanzar a una pequeña niña que llevaba en brazos una enorme piedra y corría hacia nosotros.

- ¿Por que no tira la piedra? ¡La van a coger!
- Oh, no.- dijo por toda respuesta la pobre Ana.

Mire a mi alrededor buscando un objeto con el que defenderme y cogí lo primero que encontré, una pequeña valla metálica, de aspecto pesado. Sin dudar un momento eché a correr hacia la niña con la intención de aplastar a aquellas ratas.

- ¡¡Nooooo!! ¡¡Vuelve!!- escuche la aterrorizada voz de Ana a mi espalda. Pero no podía hacer caso, aquella niña estaba a punto de ser alcanzada por las enormes ratas y no podía dejarla a su suerte.

Mientras corría pude ver que solo eran tres ratas, así que a medida que me acercaba trace un plan de como iba a enfrentarme a las tres sin que se acercasen a la niña. Empecé a levantar mi improvisada arma cuando estaba llegando a la niña y justo cuando la primera rata saltaba hacia la niña, descargué un golpe trazando a mi espalda un semicirculo descendente que impacto en el animal y lo impulsó hacia el tercer monstruo de ojos rojos. Sin pararme a ver el resultado de la embestida giré sobre mi mismo y con un movimiento circular golpee casi a ciegas a la segunda rata con suficiente inercia como para hacerla pedazos. Pos suerte había calculado bien el movimiento y sentí el fuerte impacto, que debía haber bastado para partirle al bicho todos los huesos del cuerpo.

Sin tiempo para comprobarlo y con la valla todavía en mis manos me encaré hacia donde estaban las otras dos ratas, pero cual fue mi sorpresa cuando vi como la tercera rata me miraba furiosa y se desvanecía en el aire, dejando solo una luz roja flotando en el aire. Los tres enormes mamíferos se habían transformado en tres pequeñas luces que danzaban a mi alrededor. Aterrado, balanceé el metal en todas direcciones intentando golpear a un enemigo sin cuerpo. De repente, sin motivo, toda mi atención desapareció de las luces rojas y se centró en una figura encapuchada que andaba lentamente hacia mi, con el característico brillo rojo en los ojos.

- ¿Pero que?! - pregunté al aire.

Sabiendo que aquello suponía una amenaza mucho mayor, arroje con habilidad mi arma, que, girando sobre si misma, se dirigió en linea recta hacia la figura, atravesándola limpiamente. Con una maldición gire sobre mis talones y corrí hacia la niña, que dejó caer la piedra, la cual, como por arte de magia, se transformó en un enorme panel metálico con ruedas, de color rojo. Sin pararme a preguntar cogí a la niña a la carrera con el brazo izquierdo y con la mano derecha agarré el panel y empecé a tirar de él con fuerza, dirigiéndome hacia la entrada, donde todos esperaban. Gracias a las ruedas de aquel armatoste metálico pude llegar rápidamente hasta todos ellos y a modo de puerta corrí el panel para tapar la entrada.

Deje a la niña y, extenuado, me desplomé en suelo sobre mis rodillas mientras intentaba respirar y recuperar el aliento. Alcé la mirada y vi a Ana que se inclinaba a mi lado para agradecerme con un beso lo que acababa de hacer. Pero duro poco, porque se oyó un ruido al otro lado del panel y este, lentamente, se movió para dejar despejado el paso. La gente dio un paso hacia atrás cuando vio a la figura encapuchada al otro lado. Todavía jadeante, me levanté para ponerme entre Ana y aquel amenazador ser, dispuesto a dejarme la vida defendiéndola. Sin embargo no hizo falta luchar, pues el ser oscuro dirigió sus manos a la capucha y la levantó, dejando al descubierto su rostro , el rostro de una anciana.

A pesar de que todo apuntaba hacia que no debía hacerlo, me relajé notablemente cuando vi su cara. Por algún motivo aquella mujer no me transmitía ningún miedo. La miré mientras andaba lentamente hacia el centro de aquel lugar, haciendo que la gente se apartase, aterrada, de su camino.

- La has hecho bien, elegido.- Fueron las primeras palabras que salieron de su boca. Su voz era amable, pero sonaba triste.

La mujer se giró hacia mí y me miró directamente a los ojos. De repente todas las dudas volvieron a mi de golpe y con una expresión que debía ser una mezcla entre asombro, miedo y amenaza, pregunte:

- Un momento. ¿Que? ¿Como que elegido? ¿Quien eres tú y que es lo que acaba de pasar? ¿Ratas gigantes? ¿Piedras que se transforman en cosas más grandes? ¡No entiendo nada!

Noté la mano de Ana cogiendo la mía, cosa que agradecí, porque en ese momento me sentía extraño entre toda esa gente, que no parecía tan sorprendida como yo por todo lo que estaba pasando.

- No te preocupes, lo entenderás cuando encuentres a Lia.
- ¿Que? ¿Quien es Lia?
- Ella no es Lia.- me respondió señalando a Ana. Me giré y la mire.
- ¿Que pasa, Ana?- cada vez me sentía más confuso.
- No lo se.- dijo con voz temblorosa. También ella se sentía confusa.

Sin saber de donde o cuando había aparecido, Roberto surgió de detrás de Ana y la cogió del brazo añadiendo:

- Venga, Ana, nos tenemos que ir.
- ¡¡Sueltala!! - grite furioso. Todo empezaba a dar vueltas a mi alrededor.- ¡¡ANA!!

Caí sobre mis rodillas sobre el suelo y estire la mano hacia Ana mientras Roberto la alejaba de mi. Ana intentaba resistirse sin éxito, así que, mientras la arrastraban lejos de mi, estiró su mano hacia mi mientras gritaba mi nombre. Yo no podía moverme, algo me asfixiaba y todo empezaba a volverse blanco. Con un ultimo esfuerzo grite. El sonido de mi grito retumbo en mi mente mientras perdía la conciencia.

- ¡¡¡Anaaaaaa!!

Fin (Hot Hot Heat - Touch you touch you)

Y en ese momento me desperté. Espero vuestras opiniones! ^^

viernes, 29 de junio de 2007

I'm Back!!

Como ya dije, acabados los examenes, he vuelto y tengo noticias. Buenas noticias y malas noticias.

La buena es que he avanzado bastante con el comic y tengo varias ideas bastante claras, ademas estoy atravesando una etapa de inspiracion bastante buena para escribir y para las fotos. La mala noticia es que hace mes y medio mi disco duro se estropeo y perdi TODO. Musica, bocetos, dibujos, fotos, relatos y apuntes (si, mis apuntes de TODA LA CARRERA), todo se ha perdido, todo, todo...

Mañana intentare subir algo, aqui y en el flog.

Por cierto, atencion a la musica del trailer de 28 semanas despues. Me recuerda a Muse, si alguien sabe que cancion es que me lo diga. =D

miércoles, 2 de mayo de 2007

Parón de 2 meses (como LOST xD)

Llego mayo con los examenes asi que dejo la blogosfera y la flogosfera para dedicarme mejor a estudiar.

Se que en realidad no le importa a mucha gente pues nadie visita este blog asi que me siento mejor.

martes, 24 de abril de 2007

Linea Rota

Hoy un relato

La verdad es que lo escribi ya hace mucho

Relato algo que me paso de verdad

Como dudo que ninguna de las personas que salen en él se pasen por aqui, lo voy a colgar

Si a alguien le molesta se jode!! xD


Linea Rota - (The Strokes - What Ever Happened)


El traqueteo del vagón le mecía de forma molesta pero relajante, casi contradictoria. Era una de las pocas cosas que todavía le hacían pensar. Un hecho tan tonto le recordó por décima vez en ese día el motivo por el que estaba tan hastiado últimamente. Todo se repetía día tras día, semana tras semana, mes tras mes, por suerte todavía no había llegado al punto de decir año tras año, pero estaba seguro de que terminaría llegando, pues nada apuntaba a un cambio.

Día tras día, de lunes a viernes repetía el mismo proceso, se levantaba pronto y desayunaba los mismos cereales, que habían acabado por saberle a paja mojada. Media hora después estaba frente al ordenador mirando fijamente la pantalla apagada, intentando encontrar algo que hacer para salir de la rutina, pero ya no encontraba nada.

Algunos días había navegado por internet, otros intentaba reír viendo aquel programa que antes le hacia reír tanto, pero ahora solo podía mirar la televisión con una expresión seca y muerta, ni una risa, ni una sonrisa. Pensaba en todo aquello que le había hecho disfrutar durante tanto tiempo, pero hacia tanto que no lo hacia que no volvía a intentarlo por miedo a sentir de nuevo la sensación de no disfrutar con ello. Cuando por fin lograba salir de sus hipnóticos pensamientos, sacaba sus apuntes y empezaba a mirarlos, sintiendo el peso de la rutina aplastándolo más y más, hundiéndolo en un pozo oscuro del que terminaría por acostumbrarse.

Cuando llegaba la hora, comía y se preparaba para salir hacia la facultad, una vez allí, las clases le parecían todas iguales, todos los profesores tenían la cara del monstruo que le perseguía, el repetitivo trinar de la monotonía. Tras las clases volvía a casa, cenaba y se ponía delante de la televisión esperando que se declarase una nueva guerra mundial, o el fin del mundo, cualquier cosa con tal de no acostarse y darse cuenta de que había pasado de nuevo un día igual que el anterior y probablemente que el siguiente.

Los fines de semana tampoco eran mucho mejores, salía con sus amigos, bebía y bailaba, pero no sabia ya el motivo por el cual lo hacia. Quizás intentaba sentirse mejor, mintiéndose a si mismo, pensando que al menos le quedaba eso. Un triste intento por convencerse de algo falso.

Este era otro de esos días. El tren le llevaba hacia la última fiesta. Había decidido que tras este fin de semana lo mandaría todo a la mierda. Se olvidaría de todo para centrarse en sus estudios, tirandose de cabeza a ese pozo oscuro que era la monotonía. Por eso este día debía ser especial.

Las voces grabadas de un hombre y una mujer le informaron que había llegado a su destino. Casi sin ganas salió del vagón, receloso por no poder seguir disfrutando del masaje que le ofrecía aquel duro asiento de plástico. Recordó que no sabía hacia donde debía dirigirse, así que mientras subía por las escaleras que daban a la calle, sacó su teléfono y marcó el número del amigo que le había invitado. Observó la calle, desconocida para él, mientras escuchaba los tonos, todavía era de día y probablemente cuando acabase la fiesta empezaría a anochecer.

A pesar de que lo intentó, no pudo evitar que en su voz se notase el hartazgo, tras una breve conversación, colgó y empezó a andar hacia el lugar donde se celebraba la fiesta. A medida que se acercaba, oía mejor la música, música que le recordaba una vez mas que todo era una mentira, que él no quería ir a esa fiesta, aun así siguió andando. Había gente bebiendo fuera, tirada tranquilamente en la hierba, bebiendo, fumando y riendo. Frunció el ceño, furioso, envidioso al ver lo fácil que parecía olvidarlo todo y disfrutar. Esto le sucedía a menudo, y también como a menudo, se le dibujo una sonrisa, falsa, al pensar que todos ellos debían sentirse igual, que como él no hacían otra cosa que mentirse a si mismos.

Por fin llego a la puerta. Pasó entre dos guardias de seguridad que no parecían muy preocupados por realizar su labor, revisar las mochilas y bolsas de todo el que entraba, una rutina, otra más. Tras buscar un rato y un par de llamadas a su colega, encontró a todos, que ya habían empezado a beber, así que se dirigió a la barra y pidió algo de beber. Cerveza, whisky, vodka, le daba igual con tal de poder llegar a un punto en el que lo olvidase todo aunque fuese por un tiempo limitado.

La fiesta no se diferenció en mucho de las últimas. Las mismas bromas. Las mismas conversaciones. La misma sensación de mareo. Las mismas miradas alrededor, buscando algo. La misma frustración ante el hecho de que nada cambiaba. La misma mierda de siempre.

Estando sentado en el suelo, duro y frío, vio otro grupo de gente que parecía disfrutar. Pero esta vez parecía distinto. Esa gente estaba fuera de lugar allí, donde todo el mundo fingía. Era un grupo de chicas, de su misma edad. Esta vez no se le esbozó ninguna sonrisa en el rostro, esta vez si que sentía autentica envidia. Aquellas chicas realmente parecían disfrutar con la fiesta. Así que no tuvo otra manera de evitar sentirse mal que desviar la mirada mientras pensaba que le hubiera gustado ser más como ellas, que podían sonreír de manera sincera. Miró al suelo mientras intentaba olvidarse de ellas.

Oyó las risotadas de sus amigos tras un comentario acerca de algún borracho. Giró la cabeza para descubrir que el borracho era él. Su comportamiento, completamente distraído, no debía de estar en apariencia lejos del de un borracho. “¿Qué te pasa tío? Estas amuermao”, fue la frase de uno de sus amigos. Volvió a mirar al suelo, sin ganas de dar explicaciones, respondiendo con un simple “nada”.

Llegado un punto, las autoridades del lugar empezaron a cercar a la gente estrechando el espacio, obligando a la gente a irse. Pensó que era la hora de marcharse, así que empezó a beber más rápido para poder irse a casa cuanto antes, a dormir para sumergirse de lleno en aquel pozo sin fondo.

Pero entonces algo pasó, levantó su vaso para ingerir aquel líquido rojo oscuro, y, mientras bebía, oyó pasar dos vocecitas que se despedían de alguien. Al bajar el vaso observó perplejo como uno de sus amigos respondía a aquellas chicas, las chicas que le habían costado una broma. Sin motivo aparente, los dos grupos se juntaron y empezaron intercambiar nombres y, pasadas las presentaciones, empezaron a hablar sin ningún signo aparente de que se conociesen desde hacia apenas unos minutos. Guiado por su brebaje mágico, el alcohol, enseguida se sintió igual. Notaba que aquello no duraría mucho, así que tenia que aprovechar el tiempo para aprender de aquellos alegres duendes con forma humana. Aprender como volver a sonreír.

De improviso, una de aquellas chicas le abrazó, al parecer por un comentario de sus amigos, algo que los dos tenían en común. No supo como reaccionar, pero el alcohol lo hizo por él, le devolvió el abrazo mientras se daba cuenta que nunca se había sentido así, nunca se había sentido tan libre como en ese momento. Esa chica tenia algo especial, algo que le podría permitir seguir siendo él mismo.

La fiesta tocó a su fin, la gente empezó a irse y finalmente los grupos deberían separarse para no volver a verse nunca. Empezó a sentirse mal, normalmente se habría despedido rápidamente para volver a casa, pero aquella chica le impedía marcharse sin más. Así que decidió que esta no seria la última vez que se viesen. Sin saber como los dos grupos siguieron juntos un poco más, hasta que llego el momento de separarse, sus amigos querían marcharse ya y las chicas tomaban otro camino.

En ese punto se dio cuenta de algo. Ese sería un momento muy especial en su vida, si decidía marcharse él también no volvería a ver a aquella chica otra vez, pero no tendría que preocuparse por volver a sufrir, pues ya no le quedarían oportunidades para ello. Sin embargo si decidía acompañar al grupo de chicas durante un rato más probablemente podría conseguir volver a ver a la chica. Dos caminos completamente distintos, el primero estaba claro para él, le conduciría a aquel agujero negro, en que ya no se preocuparía por nada. El segundo sin embargo, era un camino en el que apenas podría ver sus propios pies y que auguraba altas dosis de dolor.

¿Qué camino debía seguir?



Fin - (Artic Monkeys - I bet you look good on the dancefloor)



¿Que camino segui?